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¡LLEGA HALLOWEEN Y EL DIA DE TODOS LOS SANTOS!


Llega la noche del 31 de octubre y el subsiguiente 1 de Noviembre donde conviven muchas tradiciones tanto nacionales como importadas de otros países. Me ha parecido interesante profundizar en recetas típicas de estas fechas, no sólo caramelos y golosinas típico de la noche de Halloween.

Lo primero ver la diferencias entre estas fechas y de donde proceden dichas tradición de celebrar Halloween y el día de todos los Santos.

La mayoría pensamos fiesta de Halloween procede de Estados Unidos, sin embargo proviene de una antigua festividad celta llamada Sanheim (fin del verano en irlandés antiguo). Celebraban el fin de las cosechas, y se creían que en ese día los mundos de los vivos y de los muertos se unían. Celebraban banquetes con la cosecha recogida para darles la bienvenida a sus familiares difuntos (de ahí la tradición de caramelos y cosas ricas) y ahuyentaban a los malos espíritus con máscaras( de ahí disfrazarse). Los emigrantes irlandeses llevaron este festejo a Estados Unidos durante la época de la Gran hambruna.

El día de todos los santos era celebrado por el cristianismo original el 13 de mayo, un día para honrar al gran número de cristianos muertos durante la persecución del emperador Diocleciano (la última y quizás más sangrienta persecución a los cristianos en el imperio romano) La fecha cambión debido a que Halloween ganaba popularidad y decidieron cambiar la fecha al 1 noviembre.

Cada sitio celebra esta fiesta con distintas tradiciones y tienen mucho que ver con la comida, siendo Irlanda un referente a la hora de tener en cuenta los platos más típicos de este día. Pero no por ello dejamos de fijarnos en el norte de América o en cualquier país en el que esta festividad es una fecha importante.

Empecemos por casa Por ejemplo, son muy habituales los buñuelos de viento, los panellets, los huesos de santo, los pestiños, el dulce de membrillo o, cómo no, las castañas.

En la zona de la Alpujarra alta existen muchísimos castaños con más de 400 años de vida. Originario de Asia, el castaño fue introducido en Europa por los griegos. Después, los romanos siguieron cultivándolo a lo largo de todo su imperio. Los árabes también apreciaron mucho este fruto y la madera. Su uso culinario en la Alpujarra nunca ha dejado de jugar cada otoño un papel importante en la gastronomía. La preciada madera y su fruto forman parte de la cultura ancestral y gastronómica de la Alpujarra.

En Lanjarón, Cáñar, Soportújar, Barranco de Poqueira, Pórtugos, La Taha de Pitres, Busquistar, Trevélez, Bérchules, Mecina Bombarón, Nechite, Nevada…, se crían excelentes castaños. En un ramillete de pueblos de la Alpujarra se suelen celebrar la fiesta de la castaña a principios del mes de noviembre, principalmente, coincidiendo con la celebración del Día de Todos los Santos. Unas de las fiestas más importantes dedicadas al fruto castañero se celebran cada año en Capileira, Bubión y Mecina Bombarón.

La castaña la preparan en algunos restaurantes de la Alpujarra de muchas maneras. El prestigioso cocinero del célebre restaurante ‘El Asador’ de Capileira, José Luís, las hace muy bien, tal como las confeccionaban sus antepasados. También la cocina francesa inmortalizó la exitosa fórmula del ‘marrón glaçé’, dulce de castaña confitado en azúcar y glaseado con sirope. Aseguran los entendidos que hubo un tiempo en que la castaña compitió con la patata en la dieta europea.

Cuentan que a Federico García Lorca le encantaba mucho contemplar los castañares de Lanjarón. Mientras su familia tomaba las curativas aguas minero-medicinales del Balneario, Federico se adentraba en el campo para ver los castaños de cerca. También le encantaba al poeta charlar con los campesinos en una era morisca, a la entrada del pueblo. Al desaparecido pintor granadino José Ortuño le encantaba plasmar enormes castaños en sus lienzos, unas veces vestidos de hojas verdes y cobrizas y, otras, desnudos. Algunas obras donde aparecen castaños de Ortuño se pueden contemplar en el célebre hotel Nuevo Malagueño de Pórtugos, propiedad de la familia Mingorance.

Como decíamos, en Irlanda encontramos el verdadero origen de la fiesta de Halloween. De hecho, la palabra es la forma abreviada en lengua escocesa de la expresión inglesa All Hallows’ Even, es decir, ‘Víspera de Todos los Santos’.

Los inmigrantes irlandeses transmitieron este festejo a los países norteamericanos y de allí, se ha ido extendiendo al resto del mundo.
Por ello, prestamos especial atención a la gastronomía de Halloween en este lugar.

El plato más famoso que los irlandeses toman en este día es el colcannon, un plato a base de col, puré de patatas, puerro, leche, mantequilla, sal y pimienta. Esta receta es para ellos muy típica en reuniones familiares, como por ejemplo el Día de San Patricio.



Además, también es muy común el boxty, un pastel de patatas irlandés. El toque dulce lo aportan las soul cakes, unas galletas tradicionales que se utilizaban para representar a las almas que salían del purgatorio.

Para terminar os diré que aunque es por todo conocido se habla poco de este personaje, y es que el mes de noviembre se dice que es el de Don Juan Tenorio. Tradicionalmente la obra de José Zorrilla “Don Juan Tenorio” ha sido representada en diferentes cementerios de todo el mundo el día de Todos los Santos. Por séptimo año consecutivo, y para conmemorar las celebraciones de Don Juan Tenorio en colaboración con el Ayuntamiento de Sevilla, Engranajes Culturales propone una representación del tercer acto de la obra de teatro unida a una visita cultural, bajo el tema del amor y la muerte, por el cementerio de San Fernando. En una experiencia única en donde veremos anochecer y alumbrándonos con candiles viviremos un Don Juan diferente, sintiéndonos por una noche partícipes de una de las obras más conocidas de la literatura española.

El Cementerio de Sevilla, como lugar de descanso eterno de la ciudad, se convierte en uno de los espacios más adecuados para la representación de Don Juan Tenorio. En nuestra visita teatralizada aunaremos la interpretación patrimonial con las relaciones literarias entre el amor, la muerte y los cementerios, centrándonos en la representación teatral itinerante del tercer acto de la obra de Don Juan Tenorio. Por primera vez en la Historia Don Juan y Doña Inés pisarán el suelo santo para transportarnos al lugar donde culminó su amor, con su muerte.


María José Ruiz Vázquez Bióloga especialista en Nutrición y miembro del Grupo InvestigAcción (Optimando la red de contacto)

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