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¡GOLPE DE CALOR!




El tema que voy a tratar hoy ha surgido en un curso que he impartido sobre Prevención de Riesgos Laborales. 

Es evidente que para conseguir el objetivo de este grupo de luchadores al que pertenezco y de cualquier persona que se encuentra en Búsqueda activa de empleo es necesario, por no decir imprescindible adaptarse a la demanda laboral de mercado. Muchos preguntareis que tiene que ver esto con hábitos saludable, la verdad que no tendría nada que ver sino es porque en esa adaptación al mercado laboral me ha llevado a dar un curso de Prevención de Riesgos Laborales. 

Según mi perfil como Bióloga especializada en Nutrición, Técnica Superior en PRL y Docente podía desempeñar mi labor de búsqueda por esas tres ramas. Finalmente decidí centrarme en alguna de ellas apostando por la Nutrición y la formación, aunque no descarté ninguna de las otras opciones. El caso es que un día me llegó la posibilidad de unir dos de las opciones la Nutrición y la Prevención en un proyecto que no se ha llevado a cabo aun, pero que me hizo reflexionar y pensar que si una empresa me lo pide porque no ofrecerlas a otras. Fue en este ofrecimiento cuando me salió la oportunidad de dar un curso de Prevención y he aquí cuando te adaptas a las demandas del Mercado y dices adelante. ¡ A Seguir avanzando! 

En este curso, que he impartido para trabajadores de la construcción en el sector del metal , he tratado factores de riesgos varios y uno de ellos al que están expuestos muchos la mayorías de los trabajadores de este sector es la exposición a altas temperatura y una posible consecuencia es el golpe de calor. Como ya está empezado a subir las temperaturas no solo las personas que trabajan sometidos a temperaturas extremas sino que cualquier persona puede estar en riesgo de sufrir un golpe de calor debido a temperaturas altas. 

Entre las medidas preventivas a realizar para evitar ese golpe de calor es el beber líquido para evitar la deshidratación. Dentro de esas bebidas a tomar se recomienda agua sin gas, té frío con limón o limonada. Y los refrescos serían adecuados? 

Empecemos por definir Golpe de calor, El doctor Luis Antonio Mejía Ayala señala que el golpe de calor se presenta cuando las personas se exponen a temperaturas altas, en lugares donde la ventilación es deficiente o no hay forma de refrescarse, por lo que se acumula el calor en el organismo y provoca desmayos. 

El calor, cuando es excesivo, puede acabar siendo un problema para la salud. Perdemos mucho más líquido del que creemos por evaporación. Para hacernos una idea, somos como un plato de agua expuesto al sol a temperaturas de unos 30ºC. Por otro lado, con una mala hidratación la temperatura del cuerpo aumenta y pueden aparecer algunos síntomas como dolor de cabeza, náuseas, sed intensa y somnolencia. 

Los seres humanos estamos compuestos por casi tres cuartas partes de agua y si queremos que todo nuestro sistema funcione correctamente es imprescindible reponer fluidos a diario. Esta necesidad básica puede incluso duplicarse en verano ya que además de la constante pérdida de líquidos a través del sudor, beber puede ayudar a regular la temperatura corporal interna en los momentos de más calor. Pero son pocos los recurren al agua pura para colmar el 100 % de estas necesidades, y menos cuando buscan bebidas que les aporten un punto extra de frescor. Definir que bebidas son o no refrescantes es difícil ya que el gusto es personal, subjetivo y además se ha descubierto recientemente que está influenciado por la genética. Así que no nos ponemos de acuerdo en cuanto a lo que consideramos refrescante. Aun así una amplia mayoría no se sienten tentados por el agua para calmar su sed y buscan bebidas ácidas o dulzonas para estos menesteres. 

Pero entre los profesionales de la salud sí hay unanimidad sobre que alimentos son más efectivos para mitigar la sed e hidratar nuestro organismo por dentro. Y podemos estar seguros que en ningún caso las populares colas u otros refrescos similares, figuran en esta lista. 

Lo primero que deberíamos tener en cuenta al elegir nuestra bebida refrescante es que la capacidad de acabar con nuestra sed va a ser inversamente proporcional al dulzor que posea. Así que recurrir a cualquier refresco con azúcar nos va a dar una falsa y efímera sensación de frescor. Si en vez de azúcar llevan edulcorantes la cosa no mejora mucho ya que siguen siendo bebidas ricas en fosfatos, unas sales que como efecto colateral suele provocar más sed. Todo esto combinado con el efecto adictivo de alguno de ellos crea un cóctel peligroso que puede acelerar en gran medida la deshidratación de nuestro organismo ya que la tendencia de los consumidores de estas bebidas es a ir sustituyendo poco a poco al agua por ellos. Si encima nos acostumbramos a acompañar nuestras comidas principales con estas bebidas hay que sumarle que entorpeceremos nuestro sistema digestivo llegando a veces a ralentizar el buen ritmo de nuestro tránsito intestinal. 

Si buscamos verdaderos aliados contra el calor tenemos algunos ingredientes naturales perfectos para ayudarnos en esa tarea. Uno de los reyes indiscutibles del frescor sería el hibiscus. Una flor que encontraremos envasada seca en herbolarios y con la que podemos elaborar tés que tomaremos helados (y a ser posible no endulzados artificialmente). Esta bebida, que en algunos sitios conocen como agua de Jamaica, nos refrescará con su extrema acidez, mejorando nuestra digestión y regulando nuestra función hepática y renal. 

Otra excelente idea es beneficiarnos del increíble poder para bajar la temperatura corporal del regaliz. Sólo hay que cocer un poco de raíz seca unos 10 minutos y cuando entibie poner a enfriar esta infusión para tomar fría (aunque como de verdad va a calmar nuestra sed será a temperatura ambiente). Con esta bebida evitaremos los golpes de calor y mantendremos la sed a raya. 

Otros ingredientes efectivos para esto son la menta, la caña santa o el agua de arroz que además rehidrata el organismo. Una idea fácil y perfecta para el verano por sus propiedades fisiológicas es preparar un agua de pepino. Para ello sólo hay que cortar un pepino pelado en rodajas finas y combinarlo dentro de una jarra de agua con rodajitas de limón bio (con su cáscara). Lo dejamos enfriar durante un par de horas y tendremos un agua muy fresquita y saludable. 

Un último consejo un poco radical pero efectivo para combatir el calor: Agregarle a un zumo de tomate una pizca de chili o cayena. La subida instantánea de la temperatura corporal neutraliza los centros receptores del calor en el cerebro y esto después nos hará sentir más frescos 

El ingrediente más isotónico 

Al añadirle limón a nuestras bebidas veraniegas vamos a conseguir un doble beneficio. Por un lado, en los meses en los que vamos a perder más micronutrientes a través del sudor, recargaremos nuestras reservas de vitaminas y minerales, con uno de los cítricos más poderosos en estos componentes de toda su familia. Al mismo tiempo neutralizaremos cualquier sustancia nociva que podamos tener en el intestino, depuraremos nuestro hígado y páncreas y por todo esto, estaremos reforzando nuestro sistema inmune y digestivo. 



María José Ruiz Vázquez Bióloga especialista en Nutrición y miembro del Grupo InvestigAcción (Optimando la red de contacto)

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