Fechas "diluidas"

Hace un tiempo, visité a un familiar que tiene un pequeño negocio de pequeña electrónica, que abarca de todo, desde pendrives con forma de personajes de Star Wars, hasta radios-cd, una amplia selección de relojes, etc.Un bazar de los de “toda la vida”, podríamos decir. Con escaparates repletos de productos, con orden pero un tanto recargado. Con él hice mis pinitos en el mundo del comercio al ayudarle en una navidad con 19 años. Le debo mi primera experiencia de cara al público, aún cuando estaba muy muy verde.

Mi familiar, ya a sus años, se ha llevado más de 25 con el negocio y me contó que se sentía un “dinosaurio” en estos tiempos en la que la compra por internet, con la que no puede competir y se lamenteba de que ya está algo mayor para poder competircon la vorágine de Amazon y otros portales de compra. “Aquí vienen los chicos a probarse los relojes, para después, seguramente comprarlo por internet” me comentaba.

El pesimismo de mi familiar no es infundado. Estos días he leído varios artículos, sobre todo en el ámbito de mi ciudad, donde este año, en el periodo navideño, el más importante en la temporada de ventas del año, ha sido debilitado por el e-commerce. Las ventas, no han sido la de otros años. Y con la liberación de los horarios, las épocas de rebajas ya no son como antaño, se han ido adelantando cada vez más y el día 7 de Enero como pistoletazo de salida para dichas rebajas, está perdiendo cada vez más fuelle. Ya no se agolpan tanto la gente a las puertas de los comercios, ya sean grandes o pequeños. Esta época se ha ido diluyendo a cada año que pasa, lo cual es una pena.

Cada vez se adelantan más la época de descuentos, normalmente con el Black Friday en estas plataformas, que ya no abarca un par de días, sino en algunos casos dos semanas y las exprimen al máximo para colocar descuentos a cientos de productos, pocos minutos del cambio de un día a otro. Contra eso, el pequeño comercio no puede competir, ya que ellos no están las 24 horas abiertos. ¿Se puede regular acotando las fechas de rebajas o descuentos especiales? A mi modo de ver, es ponerle puertas al campo. El problema radica en que cada vez se está adelantandomás el periodo navideño y cuando llegan las fechas señaladas, muchas compras están realizadas.

No es mi intención demonizar Amazon y compañía, de hecho, todos hemos comprado algún producto en la compañía de Jeff Bezos, aunque, en cuanto a productos tecnológicos, prefiero ir físicamente a una tienda y sentir con mis cinco sentidos, la experiencia de visitar un comercio.

Y es que creo que ahí radica el futuro del pequeño comercio y a donde se debería de dirigir, para poder adaptarse al cambio tan repentino, que si no radical, estamos notando cada año en el comercio tradicional. Que entrar en el comercio, se convierta en una experiencia a los sentidos.

Por supuesto, el pilar fundamental es la atención personalizada y humana de los comercios, pero la tendencia está cambiando por los e-commerce y creo que se debería optar por aportarle verdaderas experiencias a los clientes ( Leroy Merlin ofrece talleres de bricolaje). Hay que volver a atraer al público. Presentaciones de productos, poder realizar uso de los mismos, pero a un nivel más amplio. Actividades que fomenten cierta evasión, para que cale en los clientes y sea el comercio su primera opción.

De hecho, hace poco leí la noticia de una cadena de tiendas de juguetes, Drim, instaló una pequeña noria en uno de sus comercios y parece que la iniciativa le fue bien a la hora de las ventas. Adaptarse a los nuevos tiempos. Quizás una buena opción seria que la asociaciones de comerciantes lanzaran sus propias plataformas, para además de vender fisicamente en tiendas, tambien realicen transacciones a través de intenet, e incluso realizar la compra y que te la envíen por mensajería o recogida en tienda. La unión hace la fuerza y la necesidad agudiza el ingenio y cuanto más seamos, mejores ideas obtendremos. Otra, tener un buen control del visual merchandising de la tienda, complementándolo con experiencias que no pueden ser vividas delante de una pantalla.

Soy optimista y quiero pensar que los e-commerce y las tiendas físicas pueden convivir en armonia y sin demasiadas tiranteces, cada uno con su público. Adaptando las necesidades de los clientes para conseguir experiencias totalmente innovadoras.

El comercio físico seguirá. El pequeño comercio siempre estará ahí, porque como seres humanos que somos, aparte de los precios bajos que nos pueden ofrecer una web, necesitamos en muchos casos el asesoramiento y empatiía de los que están al otro lado del mostrador. Quizás peque de optimista, pero estoy seguro que la convivencia es posible y podemos ser beneficiarios tantos clientes, como vendedores. Sólo debemos adaptarnos. Y aunque no queramos verlo, son tiempos de cambios vertiginosos.