VIVENCIAS EN NUESTRA BÚSQUEDA DE EMPLEO.

En la publicación de la semana pasada, pudimos leer que especialistas de áreas de la salud, crecimiento personal o sociolaborales hacían recomendaciones interesantes para quienes nos encontramos en búsqueda activa de empleo.  Estos profesionales, con buenas intenciones, nos aconsejan como aprovechar mejor ese período de tiempo durante el cual estamos intentando alcanzar nuestras metas laborales. Sin embargo, estas sugerencias loables no suelen ser suficientes para encontrar trabajo con la prontitud que deseamos.

Quienes estamos buscando trabajo escuchamos atentamente esas sugerencias y intentamos ponerlas en práctica. Primeramente procuramos relajarnos y descansar; acudimos a hábitos saludables como retomar la practica de algún deporte, asistir a un orientador de empleo( siguiendo sus consejos sobre idiomas, cursos formativos, por ejemplo), dedicar más tiempo a la familia, pasar más horas con las amistades y les solicita apoyo y contacto en lo que respecta a su búsqueda de empleo, fomentar el encuentro con otras personas desempleadas como nosotros( con la meta de favorecer el auto- apoyo). A partir de todas estas costumbres que nos genera un cambio, desarrollamos nuestro pensamiento positivo, nos creamos unas expectativas en nuestra búsqueda de trabajo, nos preparamos entrevistas y damos parte de nuestro tiempo a entidades sociales( voluntariado).

Personalmente debo admitir que conozco a no pocas personas, incluyéndome a mí, que hemos pasado por estas vivencias en nuestra búsqueda activa de empleo.

También pasamos por una etapa que, con el paso del tiempo, se va haciendo realidad. Van transcurriendo las semanas sin que logremos alcanzar nuestros objetivos laborales y empezamos a flaquear en el sentido de que ya no madrugamos con tanta frecuencia ni descansamos satisfactoriamente. Nos " agarramos" al curso de formación en cuestión para conservar un rastro de ilusión y esperanza y las relaciones familiares se van tornando más complicadas y tensas. Asimismo es factible de que ya nuestros amigos no nos puedan dedicar tanto tiempo como antes y ese auto-apoyo que encontrábamos al reunirnos con otros compañeros desempleados ya no nos genera nada positivo en nuestra búsqueda activa de empleo.

Cuando ya llevamos un tiempo considerable sin trabajar es normal que solamente conservemos la esperanza, la fe y el pensamiento positivo a duras penas y lo hacemos como una postura pero no como creencia que sentimos. Nos encontramos asfixiados, ahogados, incapaces para escapar de nuestra triste realidad laboral. Se nos hace más larga la semana y esperamos a que llegue el fin de semana para " relajar" de alguna forma los pensamientos, las tensiones, las dudas que nos atormentan a los desempleados en una búsqueda activa de empleo que nos llega a resultar interminable.

Aún siendo reales estas vivencias en quienes nos encontramos en búsqueda activa de empleo, quiero terminar esta publicación con una "llamada a la esperanza". Sé que la misma no será suficiente para que encontremos trabajo pero debemos concienciarnos de que cada uno de nosotros valemos mucho y no nos podemos rendir ante las dificultades así que.....adelante y a por ello!!!!!!!