Los Clientes no son Nuestros Amigos

Hace unos días hablando con un viejo amigo, me comentó que iba a dejar de comprar en cierta librería especializada a la que hace años va, en torno a un par de veces por mes de media. Me quedé un poco sorprendido al principio, pero a medida que se iba desarrollando la conversación me di cuenta que era lo más normal.

Mi amigo es un cliente de “los de toda la vida” y el vendedor en cuestión, lo conoce desde hace muchos años. Aunque ha habido siempre buena sintonía entre ellos, ha habido ciertos fallos, y para mi gusto, el más grave ha sido el abuso de confianza por parte del vendedor.

Cuándo eres un cliente habitual, y a medida que pasa los años, hay ciertos vendedores a los que parece no importarle descuidar a dichos clientes, ya que piensan que les perdonarán esos pequeños “pecados”, como venderle el producto que tienes reservado a otro cliente ( en este caso un libro ) o hacerles bromas, en ocasiones de dudoso gusto.

Pues no, los clientes de toda la vida, son, si me permitís, uno de los pilares fundamentales para cualquier negocio que tenga la inquietud de seguir sobreviviendo en el mercado. Si bien puedes tratarlos con cierta confianza, no debes descuidarlos, ya que en muchos casos, son clientes que compran gran volumen de productos. Por ello, esos “descuidos” o la forma de hablarles, pueden hacer mella. Quizás nos perdonen al principio, pero es un vaso, que puede desbordarse a base de gotas. Y esto es lo que ha pasado con mi amigo, al haber recibido una respuesta muy desafortunada ( por decirlo de alguna manera ) por una queja realizada.