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Cómo acercarnos a un cliente en un comercio.

Todos hemos vivido de un modo u otro la misma situación: entras en un comercio y te “asalta” un trabajador de la empresa preguntando si necesitas algo, a lo que acto seguido nuestra respuesta es un “no, gracias” o “sólo estoy mirando”.
Muchos comercios utilizan este método, a mi modo de ver, erróneo, para acercarse al cliente. Y muchos son los trabajadores, que, por imperativo de la empresa, dejan lo que sea que estén haciendo para acercarse al cliente que acaba de entrar, como si un perro de presa se tratase. Por regla general, el cliente se siente violento.
Yo lo hacía, no por gusto, pero era de esos trabajadores que debía dejar lo que fuera para ir a preguntar, consiguiendo todo tipo de respuestas, la mayoría educadas, pero otras bastantes groseras ( como por ejemplo un “no me atosigues” ). Resultaba algo agobiante, ya que no sólo se debía hacer eso, sino que estábamos obligado a ir detrás de los clientes, como si de un guardaespaldas se tratase. Pensando fríamente, ¿entrarías de nuevo a la tienda habiendo vivido esa experiencia?.
Para desgracia de muchos también está el otro extremo, que no te hagan ni caso, aun cuando quieras preguntar por algo o tengas alguna duda. Aquí entra también la personalidad y valía del vendedor. Y aquí llega mi más humilde opinión al respecto; como dice el refrán: “ni tanto, ni tan calvo”.
Por supuesto, hay que atender al cliente, es nuestro sustento, no nos engañemos, y debemos saludarle al entrar (esto es ya pura educación y dos dedos de frente), atenderle con la mejor de nuestras sonrisas y siempre amablemente, pero no soy de los que piensan que lo mejor que se puede hacer es ir detrás del él. Con el tiempo, he aprendido que ganas más dejando al consumidor (aunque sea un minuto) solo, que mire, que inspeccione, que toque productos. Podemos acercarnos transcurrido ese momento y comentarle algo sobre ese producto que le ha causado interés, o bien entablar una conversacion empezando con un “si necesita usted algo estoy aquí para ayudarle” . Si el cliente está buscando algo, o tiene una necesidad, no tengáis dudas que os responderá y ahí estáis vosotros, para empatizar con él y buscarle la mejor solución a sus necesidades. Claro, a veces eso no es posible, bien por falta de stock o simplemente porque no se trabaja “x” marca, pero nunca está de más si pasase eso, pedirle su forma de contacto o incluso darle una tarjeta de la empresa, para que se pueda indagar.
En definitiva, no vale el disparar “¿buenas tardes, le puedo ayudar en algo?” (yo he visto decir eso sin que el trabajador levante la vista de la pantalla del ordenador, y créeme, no es algo que de buena sensación) a diestro y siniestro. Demos cierto espacio al consumidor. Lo agradecerá y casi seguro realizaremos una venta satisfactoria y lo mejor, obtendremos un cliente fiel.

Comentarios

  1. Bienvenido compañero a la nave, buen artículo. Felicidades.

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  2. Bienvenido a bordo, buen artículo. enhorabuena

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  3. Buen artículo como bienvenida, compañero. Felicidades!!!!!!. Hemos vivido esa situación que refieres más de una vez; llevas razón.

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