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SENTIMIENTOS NEGATIVOS QUE PROVOCA EL DESEMPLEO.

Tal como prometí la semana pasada, hoy vamos a abordar una interesante cuestión que afecta a quienes llevamos varios meses en búsqueda activa de empleo: los sentimientos perjudiciales que nos puede causar el desempleo. Al enumerarlos estoy seguro de que muchos de nosotros nos vamos a sentir identificados por ellos porque todos los hemos padecidos y lo estamos sufriendo en nuestra lucha por conseguir alcanzar las metas laborales que nos hemos planteados.
Respecto a ello no todas las personas reaccionan de igual forma. Hay desempleados con caracteres resilientes que han afrontado esta nueva situación como una oportunidad para el cambio hasta el punto de lanzarse a crear sus propias empresas. Es una cuestión de actitud, muy relacionada con la capacidad de cada uno, de percibir que mantiene el control de su vida. Estos sujetos atenúan más adecuadamente sus emociones negativas, incluso en situaciones de extrema ansiedad.
Para no quedar presos de la indefensión aprendida referida en anteriores publicaciones, hay una serie de medidas que pueden resultar eficientes para recobrar el sentimiento de control de nuestras vidas:
1. Tomar conciencia: Estudiar las dificultades y las barreras que se nos presentan en esta nueva situación de desempleo para observar que esfuerzos debemos realizar. Esta tendrá sus variables en función de las particularidades de cada uno de nosotros, nuestro sector profesional, entre otros aspectos.
2. Expresa los sentimientos negativos: Es sano manifestar las emociones negativas de rabia, impotencia o temor. Tener apoyo social y sentirlo nos facilitará la canalización de dichos sentimientos y, al mismo tiempo, nos viene bien como válvula de escape. Pero no podemos estancarnos en ello si no que, tras expresar nuestra sobrecarga emocional, hace falta que empecemos a poner en marcha soluciones ante la situación de desempleo.
3. Llevar a cabo una planificación económica: Especificar mensual o semanalmente todos los gastos fijos que existen y los ingresos disponibles y, desde este punto de partida, debemos decidir como considerar nuevas alternativas que sean factibles a nuestra carencia laboral
4. Desarrollar una agenda como si fuese una agenda laboral: Para sentir que poseemos el control de nuestro día a día, es beneficioso tener una rutina en el sentido de reservar un número determinados de horas para la búsqueda de empleo, un tiempo para estudio y/o formación y un espacio temporal para hábitos saludables( que dependerá, en buena medida, de las aficiones de cada uno).
5. Aprender a manejar los síntomas negativos: tristeza, depresión, ansiedad, temor, sensación de soledad,...solamente de este modo podremos afrontarlos mejor. Por otro lado, debemos reconocer los pensamientos negativos que pueden cuestionar nuestra estabilidad emocional, saber detenerlos y desarrollar planes conductuales que bloqueen su efecto.
En cualquier caso quisiera cerrar esta publicación con un mensaje positivo para quienes nos encontramos en búsqueda activa de empleo y es que al transitar por la vida se aprende que lo más importante no son las veces que uno se cae si no las veces que uno se levanta y sigue adelante.
Ánimo a todos!!!

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