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EFECTOS DEL DESEMPLEO EN LA SALUD.

Siguiendo la aportación que realiza la autora María Dolores Mars a la cuestión del día a día del desempleado hoy vamos a abordar las consecuencias del desempleo en nuestra salud.
Es evidente que la salud de quienes no encontramos trabajo se resiente; es algo evidente en nuestro día a día.
Esta autora utiliza el concepto de " síndrome de desempleo" y refiere que, en el mismo, se pueden diferenciar: depresión, insomnio, agresividad y pérdida de la autonomía.
Entre los lectores de esta publicación es posible que el desempleado sea cabeza de familia; en tal caso el problema se puede extender a la salud de su mujer y de sus hijos. Por desgracia, también puede pasar que quién no tiene trabajo padece algún problema mental subyacente; en estos casos el desempleo enfatiza la sintomatología.
En el momento de estudiar las consecuencias psicológicas positivas del empleo, se comprenden más correctamente los efectos negativos del desempleo. Entre ellas resaltamos:
a) La pérdida de vinculación social: El empleo concede al individuo contactos sociales y el sentimiento de pertenecer a un grupo, que en un estado de desempleo genera un incremento del aislamiento social y un mayor sentimiento de soledad.
Traducido en quienes estamos buscando activamente empleo diré que, personalmente, he experimentado que la incertidumbre que nos genera estar desempleados hace que el ocio no figure entre nuestros planes cotidianos por nuestro deseo de no gastar el dinero que no tenemos en la cantidad que sí podríamos acumular si estuviésemos trabajando. Asimismo me parece claro que, cuando pasamos a estar desempleados, se tienden a perder unos vínculos del ámbito laboral con todos los planes de ocio consiguientes derivados de ese contacto con esos compañeros de trabajo.
b) La pérdida de rutina: Esta organizaba y proporcionaba un orden a nuestra vida cotidiana. La situación de desempleo genera desorganización y desorientación temporal. Inevitablemente, cuando estábamos trabajando tendíamos a estructurar nuestro día a día en torno a nuestro horario laboral. Todo giraba alrededor de ello; ahora que nos encontramos en búsqueda activa de empleo dicha organización es menos factible.
c) La pérdida de metas: El trabajo facilita al sujeto la consecución de unos fines que orienten sus acciones y promueven su relanzamiento laboral a largo plazo. El desempleo puede dar lugar a mucha desesperanza y estrés en quienes nos encontramos en búsqueda activa de trabajo y este efecto se hace más notable en quienes llevamos un tiempo considerable sin ejercer actividad laboral alguna. Una consecuencia lógica porque nos agobia, nos genera una incertidumbre tremenda pensar en nuestro futuro y ver como pasan los días sin que alcancemos nuestras metas laborales.
Para la semana próxima abordaremos, tomando como referencia a María Dolores Mars, los sentimientos negativos que genera el desempleo.

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