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ATRIBUTOS DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL.

En la publicación de la semana pasada abordamos que hábitos debemos mantener quienes nos encontramos en una búsqueda activa de empleo demasiado prolongada en el tiempo.
Hoy vamos a tratar los atributos que caracterizan la inteligencia emocional y, tomando como referencia la visión del doctor D.Ryback, Paz Garde pasa a enumerar las diferentes características de la inteligencia emocional desde nuestra perspectiva, o sea, la de quienes estamos luchando por alcanzar nuestras metas laborales:
  1. Nuestra actitud no debe tener juicios de valor; respecto a nuestros contactos laborales es recomendable que los repasemos y lleguemos a escoger aquellos que son más útiles para acercarnos a nuestros objetivos laborales.
  2. La  apreciación: Lo ideal es que no perdamos de vista nuestras virtudes, potencialidades, así como las  que caracterizan a quienes nos rodean. 
  3. La  honradez: Manifestar con naturalidad sentimientos e propósitos. Expresar a los contactos elegidos cuáles son nuestras metas laborales. 
  4. La presencia: Ocuparse directamente y en persona de los temas que nos conciernen con apertura ante cualquier  circunstancia o sensación que tenga lugar.
  5. La relevancia: Tener conciencia clara de cuales son nuestros objetivos y plan de acción para alcanzarlos. 
  6. La expresividad: En el instante de la presentación del proyecto o en una entrevista de trabajo, debemos ser francos y directos al expresarnos. 
  7. El apoyo a los demás: Valorar la ayuda de quienes nos rodean en la consecución de nuestros propósitos laborales. 
  8. La audacia: Afrontar los conflictos que nos puedan surgir, escuchar a las partes involucradas y aceptar la responsabilidad en aquellos pasos que emprendamos en nuestra búsqueda activa de empleo. 
  9. El celo:  Considerar nuestros sentimientos y los de los demás. Procurar tener en cuenta todas las posibles perspectivas existentes. 
  10. La confianza en nosotros mismos: Creer en nuestros propios recursos y que tomemos conciencia de que somos capaces de que nuestra búsqueda activa de empleo acabe siendo fructífera. 
Por lo tanto, se deriva de todo lo expuesto hasta este momento que tener capacidad para  gestionar los sentimientos y emociones, además de erigirse en una nítida necesidad en la vida  cotidiana , resulta de la misma forma fundamental en la búsqueda de empleo. Por lo tanto, sería conveniente comenzar a adaptar esta clase de inteligencia en el trazado de los proyectos que se desean lograr.

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