Nº Visitas


¡LA SAL DESCONOCIDA!

Imagen relacionada
Es sabido de los problemas que conlleva el exceso de sal, podemos controlar la sal del salero pero lo que debemos saber es la sal que hay detrás de algunos alimentos y desconocemos. 

Se dice que conocer contra quien se pelea es el primer paso para ganar la batalla. Y si de reducir el consumo de sal se trata la Organización Mundial de la Salud recomienda consumir un máximo de 2.400 mg de sodio diarios. Para que te hagas una idea, esta cantidad se encuentra en una cucharadita de sal (unos 6 g). El problema es que prácticamente todos los alimentos contienen algo de sodio, así que controlar el consumo diario de sal puede ser complicado. A partir de ahora fíjate en las etiquetas de los envases en busca de este dato. Y evita cualquier alimento que en una ración de 100 g aporte más de 500 mg. 

También es interesante saber que la ley establece que solo se pueden incluir las leyendas “bajo” y “sin” sal o sodio si se cumplen unas condiciones determinadas: que contengan menos de 120 mg de sal por 100 g de alimento en el primer caso, y menos de 5 mg en el segundo. 

En la actualidad somos muchos los que excedemos este valor, poniendo en riesgo nuestra salud. 

La principal fuente de sodio de la dieta es la sal de mesa, compuesta en un 40% de sodio, no obstante, El problema a la hora de controlar el consumo es que casi el 80% de la sal que ingerimos es la denominada «oculta» o «invisible», porque se encuentra en los alimentos procesados o en medicamentos. A veces ni siquiera la saboreamos, pero está ahí. 

Es importante fijarse en la etiqueta nutricional de los productos. En la mayoría de los casos, aparece la cantidad de sodio. Si multiplicamos esa cifra por 2,5 obtendremos los gramos de sal. 

Por ejemplo, el jamón serrano, los fiambres y los embutidos, pueden alcanzar los 2,5 gramos de sodio por cada 100 gramos, lo cual supera la recomendación de ingesta total de sodio por día. Por otro lado, los quesos, los aderezos, la manteca o la margarina, también son grandes fuentes de sodio que van desde los 200mg% hasta los 700mg% en el caso de las mantecas. 

En España, el consumo de pan representa el 19% del sodio de la dieta, y son los panes de molde los que más sodio contienen (entre 500 y 700mg%), no obstante, el pan español pretende reducir su contenido de sal progresivamente para proteger la salud de quienes lo consumen. 

Si analizamos la cantidad de sodio que podemos consumir con éstos alimentos, así como con las conservas, los snacks comerciales (patatas fritas, galletitas, entre otros), sumado al sodio natural de frutas y verduras y al que agregamos mediante la sal de mesa, es claro que superamos ampliamente las recomendaciones. 

Por ello, es importante que sepamos que los alimentos con mayor contenido en sodio son los fiambres, embutidos, quesos duros, snacks comerciales, caldos concentrados, pescados y carnes curadas y conservas o encurtidos, ya que de ésta forma, moderando su consumo, podremos alcanzar la recomendación de la OMS de nos consumir más de 2.4 gramos de sodio por día. 

Por supuesto, si elimináramos la sal de mesa también estaríamos dando un gran paso, pero a veces, es más difícil lograr ésto que reducir el consumo de alimentos con sal oculta como los antes dichos. 
Para finalizar este post os voy a desmontar un mito: La sal no engorda 

La sal no «engorda» porque no aporta calorías, por lo que no influye en el aumento de la grasa corporal. «Lo que sí puede incrementar es la retención de líquidos en personas que ya padecen una insuficiencia cardiaca o renal con el consiguiente aumento de peso corporal», explica la doctora Pilar García Durruti, jefa del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Grupo HM Hospitales. 



Os deseo una buena semana Santa a todos 



María José Ruiz Vázquez Bióloga especialista en Nutrición y miembro del Grupo InvestigAcción (Optimando la red de contacto)

Comentarios