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Motivación fallida

 Hace un tiempo recibí por parte de un amigo esta foto de un cartel que pusieron en su trabajo, un call-center, situado en Sevilla. Lo primero que hice fue quedarme en blanco, me pudo el shock del momento. Más calmado, me puse a ver una y otra vez el cartel para analizarlo de la manera más fría y objetiva posible. Pero el resultado es el mismo, en mi opinión. Si es una manera de motivar a los trabajadores, pienso que han fallado de pleno.
Contextualicemos el cartel. Si esto lo ve cualquier persona sin saber de dónde viene, diría que es hasta un ejercicio sano (yo lo diría perfectamente), pero hablamos de un cartel situado en un centro de trabajo donde hay mucho estrés acumulado, son llamadas continúas y casi nunca amables ( da igual que sea telefonía, seguros, o eléctricas); todo se acumula y lo más probable es que los cinco minutos de descanso cada hora no sea suficiente para liberar dicho estrés.
Las jornadas suelen ser de un mínimo de cuatro horas, hasta un máximo de ocho. En ese intervalo de tiempo, creo que puede pasar de todo y quejarse, decir alguna palabrota por lo bajo o apretar más fuerte de la cuenta la pelota antiestrés no creo que sea del todo malo.
Lo de señalar a los trabajadores con pegatinas rojas si se ha hecho una queja en voz alta o un “gesto de queja” no voy a entrar, porque se cae sobre su propio peso.
Tampoco digo que se deba estar uno quejando en el puesto de trabajo continuamente y haciendo gestos todo el rato, pero estamos hablando de unos trabajadores que aunque están en atención al cliente, nadie los ve, excepto los demás compañeros y los coordinadores. Y a todo esto, los coordinadores de por sí tienen mucho trabajo, llevando un equipo, ¿Se tienen que poner a espiar a todo el punto pegatina en mano, para ponérselo en la solapa?.
Personalmente, he trabajado como teleoperador, y en el tiempo en el que estuve allí, no vi a ningún compañero gritando improperios o lanzando gestos inadecuados al aire, pero si un suspiro o alguna palabra mal sonante cuando no se atendía por teléfono. Era un trabajo duro, por mi parte debo decir que no era de los que se quejaban, pero los cinco minutos de descanso entre horas eran para respirar hondo en el servicio, ya que la puerta de las oficinas se llenaban de compañeros fumando. Y había de todo, y debí tener suerte, porque poca gente me llamaba chillándome o insultándome ( aunque si los hubo, con lo que había que decirle amablemente al cliente que si sigue en ese tono, nos veríamos obligados a dar por finalizada la llamada).
Debemos aprender que somos humanos y no máquinas y por mucho que quieran evitarlo, es normal que nos queramos desahogar, considero que es sano, tanto física como mentalmente para el trabajador. Y vuelvo a repetir, NO estoy justificando que se haga a todas horas y de manera reiterada, debemos ante todo, mantener una compostura en nuestro puesto de trabajo sea el que sea.
Alguna solución podría ser aumentar aunque sea en dos o tres minutos el descanso entre horas o que el turno se reúna para poder hablar y desahogarse en el salón común.
Los detalles, aunque no sean de tipo económico, (como un extra salarial) serían un buen incentivo, (una experiencia en un spa, una noche de hotel), un regalo físico que llame la atención. Incluso llevar al equipo de trabajo a un campo de paintball. En definitiva, si lo que queremos es motivar, se pude empezar por una buena higiene mental de los trabajadores, y ese cartel no lo hace ni de lejos.

Comentarios

  1. Buen post compañero, nos lo tendremos que aplicar y seguro que todo iría mejor.

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